Península de Tihany. Lago Belsó-tó (Hungría)

miércoles, 18 de abril de 2012

LA CULTURA SIN TIERRA

Unos ciento cincuenta mil tibetanos viven en el exilio

(Este reportaje se realizó en el 2010. Actualmente Lobsang Sangay es el actual Primer Ministro en el Gobierno en el Exilio en Dharamsala, India, y Thubten Wangchen es el representante por Europa en Parlamento Tibetano en el exilio)

Primera Parte
Laura Canal - Barcelona
No hace mucho, los Mossos d'Esquadra volvieron a avisar al Lama Thubten Wangchen, director de la Fundación Casa Tíbet, para que no andase solo por la calle de noche, que había gente que vigilaba constantemente todos sus movimientos. A él ésto no le venía de nuevo. El consulado chino tenía espías que controlaban todos sus movimientos. Un ejemplo claro eran los dos restaurantes japoneses que había en frente de la institución que dirige. En realidad lo gestionan chinos. Más de una vez, sus amigos le habían avisado que en ellos había gente del consulado observando a través de los cristales tintados todas las acciones que se llevaban a cabo.

Los orígenes
Thubten Wangchen nació en Tíbet, el altiplano a mayor altura de todo el planeta con una media de cuatro mil metros de altitud sobre el nivel del mar. En 1959, con tan solo cinco años de edad, tuvo que abandonar su casa, a causa de la toma de los chinos del País de las Nieves. La invasión fue muy violenta. Pero ¿qué invasión no lo es? En toda ocupación, siempre se recurre a la barbarie, a la sangre y a las matanzas. Su madre fue una de esas víctimas, la asesinaron como a tantos otros tibetanos de forma cruel, porqué su padre ocupaba un cargo importante en el Ayuntamiento. La encerraron en un campo de trabajo y, aún estando embarazada, la sometieron a trabajos forzados y una alimentación tan escasa que acabó falleciendo.

Su territorio histórico fue dividido, así dos tercios de éste y su gente fueron incorporados a la República Popular China y el resto se convirtió en una "colonia" dirigida por el totalitarismo chino. Cuando se creó la República Popular China se dictaminó que se "iría a liberar al Tíbet de los invasores extranjeros y reintegrarla a la Tierra Madre", pero entonces solo 6 extranjeros habitaban el Tíbet. De hecho en Lhasa vivían 300.000 personas, y hoy, las dos terceras partes de la población son chinas. Ahora el mapa de China es muy grande, pero sin la parte del Tíbet, China queda muy pequeña. Wangchen Lah asegura que su tierra es 4 veces la extensión de España, por eso los chinos no quieren perder territorio.


Mapa Tíbet


Wangchen Lah, con la túnica característica de los religiosos budistas, en tonalidades granate y naranja, suele recibir a sus invitados en su despacho; un lugar lleno de símbolos de su nación, fotografías con grandes personalidades del mundo y elementos de sus creencias. Es delgado, de estatura media y va rapado. Sin dejar de sonreír ni regalar carcajadas, rompe todo tipo de estereotipo de monje budista serio y silencioso que uno suele imaginar.


 
Thubten Wangchen, director de la Fundació Casa del Tíbet


Hace casi 28 años que vive en Barcelona y es el director de la Fundación Casa del Tíbet de esta ciudad, lugar donde, básicamente, dan conocimiento de su cultura y llevan a término proyectos de ayuda a campamentos para que los niños tibetanos reciban estudios y no pierdan contacto con sus raíces.

¿Cómo terminó aquí? “Gracias al hachís”, cuenta sonriente. En 1981 un grupo de hippies españoles llegaron a India para buscar marihuana. Encontraron hachís, pero también maestros hindúes y tibetanos. Ese grupo de hippies invitaron a un maestro tibetano a España, y le pidieron, ya que hablaba inglés, que los acompañara como traductor, y se quedó.

“Todos queremos vivir, nadie quiere morir”, manifiesta con dureza. Por eso, la única alternativa que le quedó a su padre fue abandonar su tierra acompañado de sus hijos, y junto a gente del pueblo en el que vivía, para poder salvar su vida. Se refugió en Katmandú, Nepal. Ahí se convirtió en “un niño de calle”, lugar donde tuvo que mendigar pidiendo comida para sobrevivir. Cuando Dalai Lama llegó a la India, todos los tibetanos que huyeron querían estar cerca de él. La familia de Wangchen Lah atravesó el país para poder sentirse cerca del líder espiritual budista. Pero la situación no mejoró.

Las condiciones en aquel país eran muy precarias y existía una pobreza extrema, no muy distinta de la situación actual. Dalai Lama pidió al gobierno indio que, por favor, escolarizasen a todos los niños que pedían en la calle, ya que ellos eran el futuro de su tierra y necesitaban ser educados. Jawaharlal Neheru, padre de Indira Gandhi, empezó a recoger a niños calle por calle. Llegaron a ser 1.000 herederos del Tíbet en una escuela, donde recibieron una excelente educación de manos de maestros indios y tibetanos. Wangchen Lah pudo recibir estas enseñanzas y aprendió la cultura, la historia, el arte y la lengua tibetana e india, además de la religión budista.

La vida era muy dura en esa época y fue en la escuela donde decidió convertirse en monje budista. El quería vivir pacíficamente y la vida que reflejaban sus maestros era todo lo contrario. Los lamas le enseñaron a mantener la calma mental, ser feliz y no hacer nunca el mal. “Siempre nos daban comida para que no pasásemos hambre”, asegura. Por eso, con dieciséis años abandonó su vida anterior para dedicarse por completo a la religión, con el apoyo incondicional de su padre. Desde entonces no se ha separado de su hábito color granate.

Dice que la actitud positiva la aprendió de su maestro, el mismo Dalai Lama, con quien estudió cuando decidió dedicarse por completo a su religión en Dharamsala, lugar donde se encuentra el gobierno tibetano en el exilio. Entró en el monasterio del líder espiritual: “He tenido una gran suerte en mi vida. He pasado once años estudiando con él”. Se inspiró, aprendió, siguió sus pasos y, todavía hoy, se siente afortunado de haberse formado con él, pese a los obstáculos que ha tenido que superar.

Lobsang Sangay es uno de los candidatos a primer ministro en el gobierno en el exilio. Es alto y moreno. Suele vestir formal, consiguiendo dar una impresión de seriedad, pese a que luego sea todo lo contrario. Nació ya en el exilio, fuera del Tíbet, en la India. Sus padres escaparon el mismo año de la gran revuelta del 10 de marzo, debido a la situación de represión y violencia que se vivía en esos momentos en el altiplano. Sufrieron mucho, como muchos tibetanos, puede que demasiado. La familia de su padre tuvo consecuencias muy negativas, un castigo de los chinos. Tenía nueve tíos; algunos murieron en la guerra por la libertad de sus derechos, otros están en prisión por manifestarse y el resto escapó. Su familia se dividió y perdió a gente importante, pasando por momentos insoportables.

Pese a la situación de pobreza, ha estudiado en Darjeeling y se ha formado de la mejor manera para poder ir a la universidad, y realizar su gran sueño, luchar por los derechos de los tibetanos. Sangay se ha convertido en el primer tibetano del mundo, de entre seis millones, en licenciarse en la Escuela Superior de Derecho en Harvard. Gracias a ello, actualmente, es un experto en Tíbet y en leyes de los derechos humanos internacionales. Todo un recorrido que ha sido reconocido en muchos países menos en la China, lugar donde tiene cerrada la entrada. Por eso jamás ha estado en la tierra de donde provienen sus orígenes, cosa que desea de manera ferviente.


 Lobsang Sangay

¿Invasión o liberación china?
Actualmente, las calles de Lhasa, la tierra de los dioses, están llenas de policías y de soldados. Mientras que los chinos tienen total libertad de movimientos, los tibetanos deben someterse a innumerables controles y interrogatorios. A menudo son detenidos sin saber la razón y otras apaleados por decir alguna cosa 'incorrecta'.


Todo empieza el 10 de marzo de hace 51 años. La población tibetana se levantó en contra de la ocupación china y 300.000 tibetanos rodearon Potala, el palacio donde vivía el Dalai Lama para protegerle de un probable asesinato o secuestro. La respuesta fue una represión violenta que obligó a decenas de miles de personas a abandonar sus tierras y buscar refugio en el exterior. El gobierno chino tomó medidas desproporcionadas para disolver las protestas. Desde entonces, más de 1,2 millones de tibetanos han muerto como resultado de la ocupación. Y en ese día algunos son arrestados, maltratados, encarcelados y condenados por expresar en voz alta sus sentimientos y deseos.

Nada de lo que cuentan ocurrió de golpe. Todo empieza con una manifestación pacífica de unos 500 monjes del monasterio de Drepung, que fueron golpeados por soldados y policías. Fueron dispersados y algunos detenidos, también cortaron el subministro de agua en el monasterio, provocando un asedio de hambre y sed. A partir de entonces y hasta el 14 de marzo, cientos de monjes y monjas salieron a la calle para protestar y fueron igualmente reducidos. Hay que aclarar, que la comunidad monástica es una de las tres joyas del budismo. El gobierno chino les falta el respeto continuamente, los insulta calificándolos de parásitos y los obliga a separase de su líder.

Según los exiliados, se trató de un levantamiento justificado cuyo objetivo era liberar la región de los himalayas de las garras de la opresiva China. Pekín tiene otra versión. Dice que fue un complot de la clase alta, que deseaba mantener su dominio feudal sobre gente esclavizada y que “unos cuantos tibetanos se volvieron locos”. En más de una ocasión ha manifestado que condujo a millones de siervos y esclavos a ser dueños de su destino. El gigante asiático cree que este proceso no es menos significativo que la emancipación de los esclavos en los Estados Unidos. Para conmemorar la ocasión, el gobierno chino anunció recientemente que el 28 de marzo será declarado el Día de la Emancipación de los Siervos. Pocas veces han existido dos versiones tan diferentes de un mismo hecho histórico. Y la diferencia de opiniones continúa hasta hoy.

No sólo es este genocidio ya de por si execrable, sino que la ocupación ha convertido al Tíbet en un basurero nuclear, en un monumental saqueo de los recursos naturales y en una invasión. Para los tibetanos, tanto las montañas como los lagos son sagrados ya que actúan como habitáculos de los dioses. Pero a los chinos todo esto les da igual. Durante los últimos años no han dejado de vaciar montañas y lagos, porqué están llenos de minerales de gran valor como uranio, oro, bronce y cobre. Además, vacían en ellos todos los residuos nucleares. Lo que durante años era un ecosistema insólito, hoy se ha transformado en explotaciones mineras.

Ser tibetano hoy
En el mundo hay 150.000 tibetanos en el exilio repartidos en veinte países -India, Nepal, Bhutan, España, Bruselas, Estados Unidos, etcétera-. El 75 por ciento de la población que ha huido son menores de 45 años de edad. Concretamente, en Cataluña ya son prácticamente 80 desde 1959 hasta el día de hoy. Es decir, hace ya 51 años de la incursión china y aún sigue existiendo una dura represión. Los exiliados se establecen lejos de su casa, traviesan la frontera ilegalmente a través del Himalaya. Dalai Lama es el exiliado número uno y, aunque es tibetano, ha vivido más tiempo fuera que en su propio país.

La diáspora tiene que esperar y confiar que un día la situación cambie para poder regresar a su antigua vida. Hoy, los que viven en el extranjero y que deciden regresar se tienen que someter a una rigorosa investigación de su vida, presente y pasada, y tienen que ofrecer garantías sobre su comportamiento durante su estancia.

Gendüm Chökyi Nyima es el XI Panchen Lama, un niño tibetano de once años que fue preso político, el 17 de marzo de 1995, y del que no se ha vuelto a saber nada más. Algunos funcionarios han declarado que se encuentra bajo la protección del gobierno "por su seguridad". El gobierno chino consideró esta identificación incorrecta y nombró a otro niño, Gyaltsen Norbu, como Panchen Lama.

El caso Chökyi Nyima ha sido denunciado por múltiples organizaciones y gobiernos de todo el mundo. Probablemente nos encontramos delante del preso político conocido más joven de todo el mundo. La respuesta del gobierno ha sido, como es habitual, el silencio absoluto. En Lhasa, la capital del Tíbet, las fotografías del pequeño circulan de mano en mano entre los tibetanos, a pesar del peligro de encarcelación por la simple posesión de estas imágenes.

Gendüm Chökyi Nyima, el XI Panchen Lama

El director de la Fundación Casa del Tíbet explica que el exiliado más joven que ha conocido tan solo tenía ocho años. Han escapado muchos, porque el deseo de los padres es que sus hijos aprendan su cultura, y en el Tíbet, en estos momentos, es totalmente imposible ya que enseñan solo la china. Por eso los envían a la India para que puedan recibir una buena educación, aún sabiendo que corren mucho riesgo. Algunos mueren en el camino congelados y otros mueren de agotamiento atravesando las montañas del Himalaya, mientras el resto llega a Katmandú desnutridos o con alguna parte de su cuerpo helada debido a las bajas temperaturas. También es posible escapar pagando a nepalís o a sherpas para que te ayuden a escapar. Casi siempre te conducen hasta Dharamsala para que, tanto jóvenes como viejos, puedan realizar su sueño; ser recibido por su líder espiritual, el XIV Dalai Lama.

Pero desde la revuelta del 10 de marzo del 1959 el control es muchísimo mayor y, muy a menudo, se vuelve exagerado. Se hace imposible poder escapar, y si te atrapan lo más seguro es que no salgas con vida para poder contarlo. Cuando no hay muchas revueltas la vigilancia disminuye y cuando se originan manifestaciones las entradas de vetan.

En Cataluña realmente llegan pocos exiliados. Los ex prisioneros más recientes que conoce Wangchen Lah son cuatro monjas budistas que estuvieron encarceladas durante siete años. Fueron invitadas en el mes de marzo para dar una conferencia sobre derechos humanos, para explicar su sufrimiento durante todo ese tiempo y rezar por la libertad de su tierra.

Lobsang Sangay está trabajando muy intensamente desde el exilio, con un importante apoyo de los EUA, pese a que no lo manifiesten explícitamente. Actualmente es uno de los candidatos a primer ministro en el gobierno tibetano en Dharamsala, aunque no está reconocido por ningún país ya que se trata de algo no-oficial. En la India fue elegido el miembro de autoridad ejecutiva más joven del Congreso Tibetano Juvenil, la organización no gubernamental más grande entre los expatriados.

Lamentablemente la potente China, con su potente mercado, invade todo el mundo. Según Sangay, los dirigentes políticos solo ven la fuerza económica y no ven el valor de la vida, el valor espiritual y el valor humano. Casi todo el mundo está detrás de la gran potencia asiática, para vender y comprar. En España pasa lo mismo, no dan su soporte porqué existen intereses económicos detrás. Ni la comunidad internacional ni la ONU quieren involucrarse, tan solo la ciudad del Hospitalet de Llobregat ha mostrado su soporte de forma abierta.

¿Qué es lo que posiblemente tengan más en común todos los que decidieron escaparse? Pues que a diferencia de los que viven dentro, ellos pueden votar, en unas elecciones previas, al candidato a primer ministro en Dharamsala, siempre y cuando tengan el libro verde (tarjeta de identidad y pasaporte tibetano) y sean mayores de dieciocho años. El resto lo tienen prohibido por el gobierno central. Se trata de la elección de un primer ministro sin país, que da fuerza a que todos unidos continúen luchando por la libertad.

El primer ministro en el exilio llamado kalon tripa debe asumir una gran carga durante cinco años. Tiene que ser una persona con habilidades de liderazgo fuertes, capaz de conducir un gobierno y con una visión clara. Cuando una persona está apoyada por 25 individuos, automáticamente se convierte en candidato. Actualmente son dieciséis.

Recuerdos lejanos
Wangchen Lah no tiene demasiados recuerdos de su vida antes de la invasión ya que era muy pequeño, pero sí que era feliz hasta el día de la llegada de los chinos. Para el es difícil expresar lo que sintió. Cierra los ojos y recuerda con nostalgia Kyirong, en el sur del Tíbet, en la región de U-Tsang, que significa el Valle de Felicidad -gran contradicción-. Visualiza las montañas y el río que corría al lado de su pueblo. De repente unos militares con uniformes y gorras se iban acercando poco a poco en fila. Le impresionó mucho y sintió mucho miedo al ver las armas. “A mi nadie me explicó que los chinos eran malos y peligrosos”, cuenta abriendo los ojos de nuevo. Los soldados chequean a todo el mundo: hombres, mujeres, niños y ancianos, siempre que sean tibetanos. Los colocan con los brazos levantados en posición de rendición. En su pueblo está prohibido matar a cualquier ser vivo, ni cabras, ni vacas. Si lo haces recibes un castigo.

De la fuga recuerda que su padre le subía a hombros de vez en cuando. Caminaron durante noches y noches por la nieve de las montañas del Himalaya junto a sus dos hermanos. De día tenían que esconderse bajo un gran árbol o una gran roca, porqué estaba lleno de soldados chinos vigilando el altiplano. De vez en cuando, oían tiros aislados y su padre le decía que no saliese que lo iban a matar, pero él era muy pequeño para saber lo que significaba morir.

Después de la ocupación los recuerdos son más difíciles, no son ni bonitos ni alegres, todo lo contrario. Él procura imaginar los momentos más felices, pero algunos han quedado en el olvido junto a los más dolorosos. Wangchen Lah nos invita a disfrutar del presente, del lugar en el que se encuentra uno y de lo que hacemos, sin lamentarse mirando hacia atrás. Sabe que es algo difícil, pero hay que continuar el camino sin dejar de luchar por los ideales de cada uno.

A Lobsang Sangay, pese a que no tiene recuerdos del País de las Nieves, sus padres han procurado inculcarle la cultura de su país de origen. Estudió la historia de sus antepasados en una escuela en Darjeeling. Él sabe que el Tíbet existe, pero no políticamente. Que es la meseta rodeada de la muralla montañosa más colosal jamás vista por el ser humano, aún así, el techo del mundo esta mancillado, humillado, aplastado bajo la bota de la ignorancia.

No hay nadie que tenga pasaporte tibetano porqué está prohibido y el chino, la gran mayoría, no lo quieren tener. Hay gente que no entiende que no quieran tener visado, pero el candidato a primer ministro sí, y asegura que ellos son humanos y es lógico que quieran tener su propio país ya que es muy importante y esencial para muchos de ellos.

Regresar es complicado
En una de las muchas conferencias que Thubten Wangchen realiza por todo el mundo, le preguntaron si lo que explicaba era algo que hubiese visto con sus propios ojos o se lo había contado alguien. Él se había exiliado de muy pequeño y los recuerdos que podía tener eran banales. Así pues, en el año 1986, emprendió el primer viaje, de los cuatro que realizaría, a su territorio natal para poder contar en primera persona la coacción que existía. Pero no sin antes consultar con Dalai Lama, que le dio íntegramente su apoyo.

Estuvo dos meses en Lhasa hasta que algunos amigos le dijeron que debía escapar a la India porqué estaban empezando a preguntar por él. En su tierra ya no se veían monjes con los hábitos granas ni tampoco peregrinos circunvalando los templos. Todo su pueblo, su mundo, estaba en manos de los soldados.

Generalmente, cuando entras en China hay registro de llegada y cuando te vas hay otro de salida, pero Wangchen Lah huyó en autocar con un grupo de turistas, sin pasar por ese trámite oficial. Los enemigos lo buscaron durante tres días, ya que no se había podido ir sin haber fichado, pero el ya estaba en Katmandú.
Se encontró con Dalai Lama, que le dio su bendición y le dijo que regresase a Barcelona y explicase la triste realidad. Una realidad que el gobierno chino esconde con tal de no contar la verdad de cara al exterior. Ellos muestran lo que quieren para dar buena imagen, pero lo controlan absolutamente todo: los medios de comunicación, filtran la información que llega desde el exterior, vigilan a la sociedad, la educación, etc.

En julio del año siguiente volvió como guía con un grupo de españoles que querían conocer el país de las nieves. Con esta escusa, consiguió un visado para poder viajar, y aunque iba vestido como un turista más y en su pasaporte ponía que era sherpa, las cosas no funcionaron. Lo cogieron y le interrogaron a solas mientras aseguraba que venían a conocer a Panchen Lama -un lama reconocido por los chinos-.

Lo metieron en una habitación donde había doce militares armados con fusiles. Lo registraron y le encontraron una fotografía de la que nunca se separaba, de Dalai Lama. Cuando ésto sucede, suelen detener a esa persona y imponerle una multa de mil yuans. Sintió pánico y mintió diciendo que se la habían dado en el aeropuerto. Pero entonces, los chinos jugaron su segunda carta, le mostraron una fotografía en la que salía junto al Papa de Roma y el Dalai Lama, en una cumbre de grandes religiones en la capital italiana el año 1986. Iba a ser encarcelado y asesinado aunque en su pasaporte pusiese que era nepalés. “Si hay suerte nos veremos en Barcelona, y, si no, en otra vida”, les dijo a sus amigos españoles. 

Wangchen Lah quería salir con vida de esa situación y mintió piadosamente. Dijo que sus turistas eran diplomáticos muy importantes en España y que, si le ocurría algo malo, ellos se encargarían personalmente de hacer llegar las noticias al gobierno. Gracias a éso, y cierta ayuda de Panchen Lama, lo dejaron en libertad con la condición de que todos se marchasen y no regresasen. “Por mi culpa el grupo no conoció apenas mi tierra”, explica mostrando su sentimiento de culpa.

Pero el monje número uno en España no se rinde tan fácilmente. Al mes siguiente regresó con otro grupo y con un visado nuevo. Puso unas condiciones para realizar el viaje: que no se separasen nunca de él de día y que, de noche, alguien durmiese junto a él. Hay muchos tibetanos que desaparecen de noche y, a menudo, al amanecer se encuentran sus cuerpos sin vida tras haber sido torturados y secuestrados. Luego, buscan excusas para justificar las muertes, mintiendo descaradamente. Por eso los civiles viven tan atemorizados por el gobierno central. Un día uno pasea por Lhasa, al día siguiente lo encuentran muerto en medio de alguna calle por donde transita más gente, método de Pekín para tener atemorizada a la población tibetana sin que se subleven.

Hizo el viaje un par de veces más, hasta que el el año 1987 se hizo mucho más complicado entrar debido a manifestaciones y revueltas. Expulsaron del país a todos los turistas. Desde entonces, no ha vuelto nunca más.





lunes, 2 de abril de 2012

La cultura de crear cultura

L'aposta per la fotografia
Cap als anys 80, es va iniciar un procés progressiu d'aposta per la fotografia en molts centres de cultura. Una aposta que es va viure amb molta intensitat cap a la dècada dels 90, on es van consolidar sales i galeries d'art, juntament amb la creació de departaments de foto en alguns dels grans museus de l'estat espanyol. Avui dia, s'ha avançat molt en aquest àmbit. Existeixen molts emplaçaments on exposar treballs de nous talents i de gent ja consolidada.


 Virreina Centre de la Imatge


Als anys 60, Pierre Portier deia que la fotografia tenia la virtut de ser un Art Médium, ja que no era entès com un “art”, perquè tothom el practicava, sobretot la classe mitjana en moments familiars, vacances, celebracions. Avui dia passa el mateix. Per tant, no és un art del que cal tenir consciència, és a dir, no és necessari conèixer la seva història o la seva estructura, per poder-lo gaudir.

Vivim en una societat hipervisual, en el món de la imatge, un fenomen inescapable. El punt d'inflexió va ser el moment que la fotografia es va convertir en la promesa de que el món no tindria cap ombra, de la transparència en esdeveniments de tots els àmbits. Tot i així, no parlen per si soles. Estan en el camp de batalla sent utilitzades i es poden fer interpretacions diferents sense una explicació del que representa.


UNA GRAN APOSTA
Una d'aquestes clares i fortes apostes és La Virreina Centre de la Imatge, un espai refugiat al bell mig de la Rambla, dirigit per l'artista i crític Carles Guerra, que permet recuperar un lloc en la ciutat de Barcelona on dedicar una atenció específica a fenòmens públics relacionats amb imatges diverses. Aquest centre va néixer per explorar les connexions entre els diferents tipus de representacions visuals, incloent textos, que també poden formar-hi part

Com a crític, explica que la fotografia és una herència d'un gènere apropiat de la noció de veritat, de la noció d'informació autèntica, que té atribuïda la capacitat de transportar a esdeveniments del món d'un lloc a l'altre. Però a la vegada, per ell és un camp de treball interessant, no només per la seva forma, estil o tècnica, sinó perquè potencia l'opinió pública global, ja que permet participar en esdeveniments que no tens al teu costat. I ,avui en dia, ajuda a entendre millor la realitat.


Carles Guerra


També existeixen plataformes de suport a la fotografia documental com la Fundació Photographic Social Vision (PSV) amb Sílvia Omedes al capdavant, que s'encarrega d'organitzar una de les exposicions internacionals més conegudes en l'àmbit de la fotografia, la World Press Photo. Es tracta d'una organització que, després de deu anys funcionant, comença a rebre peticions per part d'altres centres i museus per organitzar i proposar continguts. “El nostre arxiu, que té informació de cents d'autors, ara és una eina bàsica per la creació de projectes i propostes interessants pels qui busquen continguts”, declara Omedes.

El director del Centre de la Imatge assegura que tot i que hi hagi una aposta en marxa, manquen centres que s'hi dediquin. Per altra banda, Sílvia Omedes assegura que encara que en el nostre país hi hagi molt talent, troba a faltar que des de l'Administració no s'hagi dissenyat o impulsat una política cultural clara i decisiva. A més a més, considera que actualment falta interès per protegir, conservar i desenvolupar la cultura fotogràfica.

Tot i així, Omedes percep un interès creixent dels centres i museus en exposar aquest tipus de material. Alguns, com per exemple el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), han comprovat que les exposicions de fotografia són més visitades que altres. “Gràcies a aquestes mostres, gent que no visitava habitualment els seus espais, ara fan cua per visitar la World Press Photo any rere any”, remarca la coordinadora del PSV.


“Gràcies a mostres com el World Press Photo,
gent que no visitava habitualment espais d'art,
ara fan cua any rere any”,
remarca Sílvia Omedes


Tenint en compte la situació actual, la fotoperiodista Sandra Balsells ho compara amb el passat i destaca un gran pas de gegant, ja que ara existeixen espais on poder exposar i donar a conèixer nous talents i gent consolidada. Fa un temps, possiblement, hagués estat impensable que museus d'art contemporani fessin mostres de fotografia documental. Ara, veuen que té repercussió mediàtica.

És evident que la foto és molt més present avui que fa uns anys, però resulta difícil pronunciar-se sobre si ara juga un paper més important que abans o el mateix. En cada època ha tingut una funció concreta. Potser, la diferència és que ara està més l'abast de tothom i abans quedava en cercles més restringits.


UNA FUNCIÓ EDUCADORA
A la Virreina, no es pretén que les exposicions siguin per satisfer la complaença amb imatges, sinó per poder catalitzar debats. Discussions que sovint tenen connexió amb aspectes de caràcter públic. El primer projecte que va realitzar Carles Guerra al Centre de la Imatge va ser sobre la Rambla. Es tractava d'una mena de pla que reunia història d'aquest carrer per on han passat els gran fotògrafs com Robert Capa, mitjançant representacions literàries i cinematogràfiques, entre d'altres. Per Guerra, doncs, ha d'estar unida a la qüestió pública, no només que sigui bonica o un passatemps, sinó “com un art que ens permet parlar, on la gent pugui formar la seva pròpia opinió", relata.

Les fotos no només tenen un paper de captura i testimoni, sinó que tenen la capacitat de fer que passin coses. Per tant, segons el director de La Virreina té una funció, d'alguna manera, intervencionista. En la fotografia documental del XIX, ja es va interpretar com una manera de remeiar injustícies socials, de veure que passava en un país que estava en una crisi profunda. Per exemple, la Farm Security Administration va ser un organisme encarregat d'enviar ajuda als grangers empobrits per la mecanització del camp, la sequera i les conseqüències del desastre econòmic del 29. Va enviar fotògrafs com Dorothea Lange, Walker Evans o Ben Shahn perquè retratessin l'Amèrica rural i informar als habitants de les ciutats industrials i comercials de les condicions en què es desenvolupava la vida al camp.

D'altra banda, posa de manifest que la fotografia pot canviar la societat en un sentit negatiu. Dorothea Lange va fer unes fotos als anys 30 que mostraven la pobresa. Un dels seus treballs més representatius i coneguts va ser la Migrant mother (1936-1937), on va fer veure al món la precarietat amb la que moltes famílies vivien. Per tant, té la facultat d'eternitzar-te com a pobre, per exemple, i aquella foto ha fixat a aquella dona com a pobre per sempre. Ha creat una injustícia.


“La fotografia ha de un art que ens permeti parlar,
on la gent pugui formar la seva pròpia opinió”,
relata Carles Guerra


En les exposicions on ha estat implicada Sandra Balsells, com a comissaria o com a autora, tenen com a objectiu donar a conèixer realitats transcendents i, també, poden ajudar a sensibilitzar a la població. D'altra banda, Sílvia Omedes pensa que, alhora, han de promocionar l'obra d'autors que amb la seva feina aporten eines d'anàlisi i eines per desenvolupar-nos com a persones més cultes i sensibles, per modificar els nostres judicis i valors. Des del Photographic Social Vision creuen en l'“efecte multiplicador”, on acostant a la societat les problemàtiques i les necessitats socials, poden aconseguir moure consciències i contribuir a inspirar accions que canviïn aquestes realitats.



LES OPORTUNITATS ALS NOUS FOTÒGRAFS EMERGENTS
Actualment, un jove fotògraf té oportunitats. El director del Centre de la Imatge, declara que hi ha precarietat per l'artista emergent, com en tots els àmbits, però els bons treballs es veuen en exposicions, en premsa, en Internet. És un moment on hi ha moltes vies de sortida, i si una obra ajuda a entendre millor un tema, aquesta circularà. Una imatge no és aquella que és maca i bonica, sinó aquella que dóna que parlar, l'efecte que té sobre nosaltres.

En aquest cas, Carles Guerra, s'encarrega de fer la selecció dels treballs que apareixeran en les mostres a la Virreina. Inicialment marca un tema amb un debat, si aquest tema anima la discussió l'incorporen. Si decideixen sostenir el projecte d'un jove artista, s'impulsa sense cap barrera, però no sempre poden exposar-ho tot. “És molt habitual que la gent ens porti les seves produccions, però no els poden assumir ni acceptar tots. És una manera de conèixer coses que d'un altre manera no coneixeria”, confessa el crític.

Des del Photographic Social Vision s'ocupen de que es creïn nexes entre l'artista i un centre d'art i asseguren que existeixen moltes oportunitats pels nous fotògrafs per desenvolupar els seus treballs fotogràfics. “Tot depèn de les ganes que un tingui d'explicar i compartir la seva feina. Per exemple, Internet està ple d'obres molt interessants”, assegura Omedes. I explica que gràcies a beques, tallers o concursos, molts poden continuar produint en els seus projectes. La proliferació de col·lectius privats són també un clar exemple de com la unió fa la força, ja que a través d'aquests es comparteixen els recursos, i els projectes es beneficien per sortir a la llum.

Però sens dubte, quan un treball és madur, equilibrat en la seva forma i concepte i aporta una visió complementaria o nova sobre certs aspectes té moltes possibilitats de ser exposat en algun moment. Tot així, exposar o no depèn sobretot dels gestors, de les persones a càrrec de l´espai d'exposició, sigui públic o privat, i dels pressupostos assignats.


UN FUTUR PROPER
En l'actualitat, el Photographic Social Vision té diversos projectes, entre els que destaca els tallers de Punt de vista, una activitat on ensenyen fotografia a col·lectius desfavorits, els de denúncia social com La Verdad bajo la tierra, on mostren el genocidi silenciat a Guatemala als anys 80, o Trencant silencis, que tracta amb claredat i rigor la problemàtica dels abusos sexuals infantils al nostre país.


Silvia Omedes



De cara al futur, pretén continuar consolidant la seva missió i la seva estructura per no desaparèixer en el camí. I volen seguir sent un referent en l'organització d'exposicions de fotografia documental a nivell nacional i, poc a poc, anar afermant vincles amb institucions i col·lectius internacionals.

Per altra banda, La Virreina Centre de la Imatge vol continuar establint debats públics mitjançant les imatges, com ho va fer, per exemple, amb Antifotperiodisme, una de les produccions més importants que ha realitzat, i que va guanyar el Premi Ciutat de Barcelona en la modalitat d'Arts Visuals l'any 2010. No perdonava res, tenia una intenció molt crítica. I el títol mateix va ser una espurna que va despertar aquest esperit de judici respecte a les imatges que ens mostren la realitat. Unes imatges que no es poden comprovar i, per tant, ens hem de creure.

Amb vistes al demà, esperen guanyar certa estabilitat, perquè és un espai que depèn de l'Ajuntament de Barcelona, i, per tant, no és un aparell autònom, ni independent.


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BARCELONA – NOVA YORK
Tan Sílvia Omedes, directora del Photographic Social Vision (PSV), com Carles Guerra, director de La Virreina Centre de la Imatge, han estudiat a Nova York. Tots dos coincideixen que a la gran ciutat dels gratacels hi ha una gran cultura fotogràfica, amb grans projectes impulsats des de l'àmbit privat i amb una llarga trajectòria històrica en la bona gestió de les arts en general, però, també, hi ha molta estratègica publicitària i de màrqueting entorn de les grans exposicions que ajuden a impulsar-les. Es tracta d'una ciutat associada al sector cultural, amb molts fotògrafs i moltes agències d'informació, és a dir, hi ha moltes maneres d'entendre la fotografia.

Contràriament, Barcelona no té tantes institucions, és molt més discret en aquest aspecte. Tot i així, és un bon moment per créixer, ja que hi ha molts col·lectius que programen festivals, exposicions i projeccions. El MNAC, per exemple, comença a tenir un departament de foto i La Virreina s'ocupa de la imatge, però no com a objecte autònom. “El que és important és que els gestors i els responsables generem continguts interessants i anem fent créixer la necessitat de conviure amb l´art i la fotografia”, comenta la directora del PSV. Tot i tenir molta feina pendent, Omedes remarca que cal ser optimistes i treballar unint forces entre tots els agents de gestió privats i els públics.



Nova York, on la cultura s’entén de moltes maneres




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FOTOGRAFIA ARTÍSTICA, DOCUMENTAL I FOTOPERIODISME
La fotoperiodista Sandra Balsells assegura que la diferenciació és una qüestió d'etiquetes. La bona fotografia documental i fotoperiodística té una vessant artística indubtable. Però, Balsells pregunta qui pot negar, per exemple, la qualitat plàstica i estètica dels treballs documentals de la Cristina García Rodero? És evident que no son àmbits antagònics. Ara bé, hi ha gent que entén per fotografia artística com aquella que és més conceptual, més d'autor. “En la meva opinió, resulta impossible delimitar clarament els límits entre aquests tres àmbits. Ja no és tan important diferenciar-los, s'han hibridat els gèneres”, aclareix la fotoperiodista. La gran diferència radica en l'espai on es difonen les imatges: un diari, una revista o un museu. Tot i que, cal destacar que, a nivell expositiu, la documental de qualitat s'ha fet un forat molt important, fet que anteriorment hagués estat totalment inimaginable al nostre país.